La plaza de Santo Domingo de Murcia se convirtió ayer en un ´mini-market´ en el que más de 1.600 alumnos pusieron en marcha sus propias empresas.
Los futuros emprendedores de la Región tomaron ayer la plaza de Santo Domingo de Murcia para poner en marcha su primer negocio. Aplicando las nociones básicas de marketing, financiación o presentación de productos que han aprendido en clase lograron captar la atención de los cientos de personas que transcurrieron por este punto céntrico de la ciudad y que se preguntaban asombrados qué ocurría ante el alboroto que originaron los estudiantes.
Los objetos de artesanía, decoración, bisutería y alimentación fueron los productos estrella de cada uno de los 65 stand que se instalaron, artículos que habían elaborado ellos mismos en clase o que han sido fruto de intercambios con centros de otras comunidades autónomas.
Fueron más de 1.600 alumnos de Primaria y Secundaria los que se involucraron ayer en esta iniciativa de los programas EJE –Empresa Joven Europea– y EME –Emprender en Mi Escuela–, muchos de los cuales intentaban captar la atención de sus potenciales clientes convirtiéndose en ´hombres anuncio´ cubiertos con láminas de cartulina en las que destacaban las cualidades de sus productos y las ofertas que ofrecían. La segunda edición del mini-market escolar logró revolucionar la tranquila mañana de martes de la plaza de Santo Domingo, pero los jóvenes también aprendieron otra faceta del trabajo del emprendedor como es el contacto con el cliente llevando a la práctica su proyecto.
Pequeños hombres de negocios
La plaza de Santo Domingo de Murcia se convirtió ayer en un ´mini-market´ en el que más de 1.600 alumnos pusieron en marcha sus propias empresas.
Los futuros emprendedores de la Región tomaron ayer la plaza de Santo Domingo de Murcia para poner en marcha su primer negocio. Aplicando las nociones básicas de marketing, financiación o presentación de productos que han aprendido en clase lograron captar la atención de los cientos de personas que transcurrieron por este punto céntrico de la ciudad y que se preguntaban asombrados qué ocurría ante el alboroto que originaron los estudiantes.
Los objetos de artesanía, decoración, bisutería y alimentación fueron los productos estrella de cada uno de los 65 stand que se instalaron, artículos que habían elaborado ellos mismos en clase o que han sido fruto de intercambios con centros de otras comunidades autónomas.
Fueron más de 1.600 alumnos de Primaria y Secundaria los que se involucraron ayer en esta iniciativa de los programas EJE –Empresa Joven Europea– y EME –Emprender en Mi Escuela–, muchos de los cuales intentaban captar la atención de sus potenciales clientes convirtiéndose en ´hombres anuncio´ cubiertos con láminas de cartulina en las que destacaban las cualidades de sus productos y las ofertas que ofrecían. La segunda edición del mini-market escolar logró revolucionar la tranquila mañana de martes de la plaza de Santo Domingo, pero los jóvenes también aprendieron otra faceta del trabajo del emprendedor como es el contacto con el cliente llevando a la práctica su proyecto.
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